Unidad en Lenguaje: Desarrollando líderes multilingües de nuestra clase

Emiliano Vera y Natalia Fajardo

El aspecto más visible utilizado para dividir a los pobres y desposeídos es la raza. Una dimensión interconectada de la humanidad que tradicionalmente ha servido como herramienta de exclusión y discriminación, pero que los líderes de la Universidad de los Pobres están comenzando a forjar para la inclusión, la liberación y la unidad, es el lenguaje.

Nuestra misión declarada en la Universidad de los Pobres es unir y desarrollar líderes a través de líneas de división a medida que construimos un movimiento amplio para acabar con la pobreza. Con ese fin, se estableció el comité Unidad en Lenguaje (UEL) en 2020, primero para llevar la voz de los líderes hispanohablantes del movimiento a nuestros espacios educativos. La UAL se ha convertido en un organismo que encabeza el esfuerzo por centrar el papel estratégico que juega el lenguaje en nuestro movimiento, en todas sus expresiones.

El multilingüismo como elemento de la lucha de clases

Hacer que nuestros espacios sean multilingües es un paso importante, pero en sí mismo no es suficiente. La clase dominante está muy consciente de la importancia política del lenguaje. Filosóficamente, la cuestión del idioma no es solo una cuestión de acceso o incluso de “justicia del lenguaje”. Unidad en Lenguaje es una forma importante en la que llevamos a cabo nuestra estrategia. La provisión de espacios multilingües no debe entenderse como un acto de caridad concedido por hablantes de lenguas mayoritarias a hablantes de lenguas minoritarias. Más bien, un compromiso con la claridad y la competencia en la unidad entre idiomas es vital para nuestro éxito en unir a las diferentes secciones de los pobres y desposeídos en los Estados Unidos y en todo el mundo. 

Es en el mejor interés de toda nuestra clase, incluidas las personas blancas pobres y monolingües, convertir el idioma de una barrera y una herramienta de separación en un arma para la unidad y la liberación.

El trabajo de Unidad en Lenguaje no es para que los hablantes multilingües o de idiomas minoritarios o los inmigrantes lo averigüen solos. Es responsabilidad de las organizaciones y campañas de los pobres y desposeídos aprender unos de otros y construir el poder entre ellos. Solo a través de la construcción de Unidad en Lenguaje podemos tener acceso a la profundidad y amplitud de las luchas populares en todo el país y el mundo. Si no tenemos esa perspectiva, corremos el riesgo de luchar unos contra otros.

En los EE. UU., nuestra organización política reciente se ha basado en silos. Tendemos a compartimentar por tema, identidad o idioma. Si bien es importante tener espacios donde las personas se expresen en el idioma de su elección, debemos conocer la realidad de los pobres que hablan otro idioma y organizarnos con ellos.

Por ejemplo, las personas pobres monolingües en inglés a menudo quedan vulnerables a la propaganda depredadora que culpa a los inmigrantes. En otros círculos, centrarse estrictamente en cuestiones de estatus migratorio y cultura puede hacer que los activistas finalmente ignoren cuestiones fundamentales de poder y estructura económica.

Precedente Histórico y Necesidad de la Unidad en Lenguaje

Unidad en Lenguaje forma una parte integral, pero a menudo pasada por alto, de la historia de las luchas revolucionarias de los pobres y desposeídos

En las Américas, África, Asia y Australia, las confederaciones de pueblos indígenas tuvieron más éxito en resistir la expansión colonial cuando pudieron unirse a través de su gran diversidad de idiomas, mientras que los colonizadores simultáneamente provocaron divisiones utilizando el idioma como una cuña para inflamar las tensiones históricas. Por ejemplo, los Seminoles unieron a los pueblos indígenas y los esclavos que escaparon en Florida para resistir las guerras de conquista estadounidenses durante décadas. La revolución exitosa de Haití se logró mediante la movilización de personas esclavizadas traídas a Haití desde toda África que hablaban docenas de idiomas.

A medida que se desarrollaba el capitalismo, Estados Unidos acogió a millones de campesinos europeos que huían de la opresión solo para convertirlos en el proletariado industrial empobrecido. El movimiento laboral logró avances organizando a los trabajadores inmigrantes, reuniendo a los hablantes de italiano, ruso, yídish, alemán, polaco, húngaro y docenas de otros idiomas, estableciendo partidos y sindicatos multilingües para representarlos.

Mientras tanto, el despótico imperio ruso que se llamaba la prisión de las naciones fue derrocado por una clase trabajadora unificada en sus muchos idiomas contra la opresión del zar. El país multinacional y multilingüe que surgió, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, demostraría su compromiso con el internacionalismo y la unidad entre idiomas, por ejemplo, en la Conferencia de los Pueblos del Este de Bakú, reuniendo a líderes de todos los países colonizados de Asia y África. Con el resurgimiento del nacionalismo durante el colapso de la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia, vemos una vez más que avivar la división lingüística sirvió al capitalismo internacional.

Cómo construimos Unidad en Lenguaje

Aplicamos esta filosofía e historia a nuestra organización sobre el terreno. Por ejemplo, en Vecinos Unidos, con sede en Milwaukee, recordamos a los participantes que nuestros espacios multilingües (y la interpretación y traducción logística para hacerlos realidad) son estratégicos y no solo “para ser amables o inclusivos”.

La expresión actual más amplia en Estados Unidos del esfuerzo por unir a la clase trabajadora es la Campaña de los Pobres, un espacio que desafía a la nación a enfrentar la inmoralidad y la irracionalidad de nuestro sistema económico. Al igual que la UPoor, esta Campaña también construye la unidad en todos los idiomas mediante la creación de espacios multilingües, multirraciales y interseccionales para que los líderes pobres y de bajos ingresos contemos nuestras historias, marchen juntos y desarrollen nuestro poder colectivo.

La Campaña de la Gente Pobres se está preparando para la Marcha Moral y la Asamblea del 18 de junio en Washington D.C., coordinando a nivel estatal para compartir experiencias, crear una visión y llevar el multilingüismo estratégico a este evento. Líderes de todo el país están ofreciendo eventos de preparación en español, grabando y enseñando canciones nacidas en español para que todos aprendan. Este último elemento es particularmente relevante para la Campaña, donde la música juega un papel importante para cimentarnos, proyectar nuestro mensaje y construir la unidad más allá de las palabras. Es decir, el ritmo, la cadencia y la armonía juegan su papel para sincronizarnos.

Este esfuerzo por unir los idiomas en todo este país (y el continente) dará un paso importante en la formación de nuestro liderazgo colectivo y el desarrollo de nuestra claridad cuando evolucionemos de la traducción de artículos a la creación de contenido nacido en otros idiomas, por lo que la sabiduría, el sabor y la esencia de nuestra lucha no se pierde en la traducción.

Reflexionando sobre los componentes de un proceso político exitoso, el pensador cubano contemporáneo Ariel Dacal nos invita a combatir el “pragmatismo ensordecedor que invita a mutilar los sueños” y nos implora a construir procesos sentipensantes, es decir, de sentir y pensar, porque unir emoción y el pensamiento trae la posibilidad de que el lenguaje alcance todo su potencial para decir la verdad.

Esta tarea no es sólo una obra de inmigrantes o hablantes de lenguas minoritarias para construir. Más bien, requiere un cambio en todos. Te invitamos a unirte a este trabajo con nosotros.


Emiliano Vera (él/elle) es de Bushnell, Illinois y Puebla, México. Es un maestro de 4to de primaria y milita con el Western lllinois Democratic Socialists of America además del equipo de Unidad en Lenguaje de la Universidad de los Pobres. Ha sido candidato de primarias para representativo estatal en el distrito 93 en Illinois.

Natalia Fajardo, originaria de Colombia, es una líder de Vecinos Unidos en Milwaukee, Wisconsin, EEUU. Es parte de la Campaña de la Gente Pobre en Wisconsin y además coordina el equipo de Unidad en Lenguaje de la Universidad de los Pobres. Le gusta cultivar alimentos y andar en bicicleta.

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