Las etapas de un movimiento: Notas sobre los principales aprendizajes del Movimiento para Erradicar la Esclavitud

por el Grupo de Historia y Estrategia Política de la Universidad de los Pobres

Este extracto procede de un documento de trabajo titulado “Notes on Major Lessons from the Movement to End Slavery”, que refleja nuestro estudio colectivo de la historia de la Abolición y la Reconstrucción a lo largo de más de una década. Originalmente se desarrolló en el contexto del Poverty Scholars Program, el programa que fue piedra angular de la Iniciativa de la Pobreza. A medida que el Grupo de Historia y Estrategia Política de la Universidad de los Pobres ha continuado el estudio de este periodo, hemos adoptado este documento y lo hemos elaborado para resumir las muchas lecciones que hemos aprendido en el proceso.  Ha sido revisado a lo largo del tiempo y pretende ser un resumen de las principales lecciones que seguimos extrayendo de esta importante área de estudio. 

Introducción 

La colonización de Norteamérica, que sentó las bases de los Estados Unidos de América, comenzó con el proceso asesino de expulsar a los pueblos indígenas de la tierra, junto con el establecimiento brutal de un sistema económico basado en el trabajo de los pueblos africanos esclavizados para producir mercancías destinadas al comercio mundial (es decir, el tabaco, el azúcar, el algodón). La relación entre tierra, trabajo y capital que sentó las bases del capitalismo en Estados Unidos puso en marcha un desarrollo particular del dominio de clase. Lo que surgió fue una dictadura de los propietarios de bienes (es decir, los capitalistas) sobre la mayoría de las personas sin propiedades que, o bien estaban sometidas a una condición de esclavitud o se veían obligadas a vender su fuerza de trabajo para sobrevivir. A pesar de todas las pretensiones democráticas, la historia de Estados Unidos ha seguido en gran medida la “regla de oro”: gobierna quien tiene el oro. Esta dictadura del capital -de la propiedad gobernando sobre los que no la tienen- se ha reproducido mediante el uso evolutivo de la estrategia racializada de divide y vencerás, lo que llamamos racismo. Durante generaciones, la clase dominante ha actuado más o menos de acuerdo con la siguiente idea: es estúpido oprimir y explotar por igual. Es mucho más eficaz explotar y oprimir de forma desigual para mantener el control social. 

Mientras ha existido la esclavitud racializada y la ocupación colonial genocida, ha habido resistencia contra la explotación y la expropiación en el corazón de ese sistema. Para ser claros, los trabajadores negros esclavizados estaban en el centro de esa resistencia. Al mismo tiempo, esta historia conecta con la resistencia de otras fuerzas sociales, desde los seminolas de Florida hasta los inmigrantes alemanes de Missouri, pasando por el pueblo mexicano que se enfrentaba a la conquista estadounidense o los blancos pobres no esclavistas de Mississippi. El movimiento para erradicar la esclavitud comenzó con la rebelión de los esclavos contra las condiciones en las que vivían. Hubo innumerables rebeliones y levantamientos, por no mencionar las formas cotidianas de resistencia -colectiva e individual- desde los primeros días de la colonización de Norteamérica.

Además, el desarrollo histórico de la esclavitud en lo que se convertiría en los Estados Unidos de América se produjo en un contexto internacional, relacionado con las luchas en el Caribe, América Latina y más allá. Por ejemplo, ningún estudio de la abolición en el contexto estadounidense está completo sin comprender el impacto de la Revolución Haitiana. De hecho, la esclavitud fue un motor fundamental en el desarrollo del capitalismo industrial internacional. Debemos ver las conexiones globales entre las plantaciones y el desarrollo de Wall Street, las fábricas textiles de Manchester y más allá.

El periodo de 1830 a 1876 es un periodo histórico en el que surgió un movimiento abolicionista y antiesclavista muy organizado, se polarizaron todas las instituciones y segmentos de la sociedad estadounidense, se produjo el sangriento conflicto de la Guerra Civil que dio lugar a la expropiación de propiedades por valor de 4.000 millones de dólares para la emancipación de las y los trabajadores negros esclavizados, se inició el periodo potencialmente revolucionario de la Reconstrucción y finalmente se produjo la traición y derrota de la Reconstrucción, lo que Du Bois denominó la contrarrevolución de la propiedad. 

Es fundamental reconocer que todos los movimientos, tanto los revolucionarios como los reformistas, se producen por etapas. La construcción de un movimiento amplio y poderoso para abolir la esclavitud se desarrolló, como todos los demás movimientos sociales exitosos de la historia, a través de etapas definidas. La práctica de pensar en términos de etapas nos ayuda a determinar qué momento es ahora y a partir de eso, qué hay que hacer. A este respecto, hay dos refranes a tener en cuenta: “La política es el arte de lo posible”. Y “un bebé debe gatear antes de caminar”. 

Pensar en términos de etapas no es algo mecánico, preestablecido. Además, no podemos simplemente levantar las etapas de un movimiento anterior y superponerlas a nuestra situación actual. Sin embargo, al examinar el desarrollo de las etapas del movimiento en la historia, podemos extraer aprendizajes sobre las correlaciones de fuerzas, la relación entre el desarrollo de cuadros y la organización de masas, y cuestiones críticas sobre la relación entre las condiciones y la conciencia. Por ejemplo, citando a Willie Baptist: “Al menos la mitad de la estrategia política es economía política”. En otras palabras, si no intentamos comprender las fuerzas y relaciones productivas en un momento dado, no estamos enraizando nuestra estrategia política en la realidad material de una sociedad. Las etapas del movimiento deben entenderse dentro de este contexto económico político más profundo.  Hemos identificado cinco etapas como forma de entender el arco del movimiento para acabar con la esclavitud. 

Preparando el escenario: “Rebeliones y sublevaciones” 

Nuestro enfoque principal en este estudio se sitúa aproximadamente cincuenta años dentro del siglo 19 (1830-1877), pero es necesario poner ese periodo en relación con lo que vino antes. En el contexto de Norteamérica -hablando en términos de la tierra que se convertiría en los Estados Unidos de América- en el transcurso de más de dos siglos que precedieron a este periodo, la gente se unió repetidamente en rebeliones, levantamientos y otras formas de resistencia al trabajo coaccionado. Conocer esa prehistoria es fundamental para comprender las condiciones y la conciencia del bloque histórico que va de 1830 a 1877. Nos referimos a este largo tramo de tiempo como “Rebeliones y sublevaciones”. 

Nuestro enfoque de “Rebeliones y levantamientos” comienza con la historia en torno a lo que se conoce como la Rebelión de Bacon y los otros primeros levantamientos conjuntos de afrodescendientes y descendientes de europeos como los inicios de esta etapa. En el desarrollo temprano de la colonia de Virginia, y en otros lugares, hubo muchos ejemplos de resistencia al trabajo coaccionado y a la falta de tierras entre personas de origen africano y europeo. La razón por la que la Rebelión de Bacon en 1676 fue un acontecimiento fundamental no fue porque fuera la rebelión mejor organizada, estratégica o moralmente correcta, sino porque marcó un punto de inflexión en la naturaleza de la respuesta de la clase dominante a la amenaza de este tipo de rebelión.  La clase dominante inauguró lo que Pem Buck describe como cien años de brutal educación pública masiva para dividir a los de abajo con el fin de mantener el control social.  La lucha de clases hasta nuestros días guarda una relación significativa con este conjunto de acontecimientos.

Al mismo tiempo, un relato de esta historia no está completo sin comprender también el brutal asalto a los pueblos indígenas: el asesinato masivo de indígenas y el robo de sus tierras. Tanto si estudiamos los pormenores de la Rebelión de Bacon como el panorama general de la conquista europea y estadounidense de las tierras indígenas, debemos intentar verlo desde el punto de vista de los Powhatan y otras naciones indígenas, así como de los pueblos africanos y europeos. La rebelión de Bacon no es una simple historia moral de heroica unidad multirracial desde abajo. Sin embargo, proporciona una visión crítica de las fuerzas sociales clave que definirían la lucha de clases en el futuro: los dueños de plantación y mercaderes propietarios, los trabajadores negros esclavizados, los trabajadores blancos pobres sin tierra pero “libres” y los pueblos indígenas. A partir de la segunda mitad del siglo 17, se implantó durante un siglo la esclavitud racializada y la invención de la raza blanca, junto con la invasión de las tierras nativas hacia el oeste. Esta educación sangrienta (es decir, enseñar el “valor de la blancura”) fue la primera medida contrarrevolucionaria del Poder Esclavista.

Esta larga historia anterior a 1830 se define por frecuentes levantamientos masivos. Desde la Rebelión de Stono hasta Nat Turner, hay pruebas de formas espontáneas y organizadas de rebelión ante las brutales condiciones de la esclavitud. Un punto importante a plantear aquí es que las estrategias dan lugar a contraestrategias entre las clases en conflicto. El proceso de lucha de clases en forma de rebeliones de esclavos dio lugar a una expansión del poder estatal para la represión brutal de las insurrecciones. La expansión de la policía, la milicia, las patrullas de esclavos y las severas leyes que prohibían la autoorganización independiente de los trabajadores negros esclavizados, por no hablar de cualquier unidad a través de las líneas de color (leyes de alfabetización, leyes que prohibían la congregación sin supervisión, censura de la prensa abolicionista, encarcelamiento de marineros negros libres en los puertos del sur, etc.) significó que los trabajadores negros esclavizados y otras fuerzas sociales opuestas a la esclavitud tuvieron que adoptar nuevas formas de resistencia.  Es muy significativo que, entre las nuevas leyes aprobadas tras el complot de Denmark Vesey y la rebelión de Nat Turner, los esclavistas declararan ilegal enseñar a leer a los trabajadores negros esclavizados y prohibieran las iglesias autoorganizadas y sin supervisión.  

Además de los levantamientos y rebeliones, hubo intentos anteriores de abolición en forma de manumisión, gradualismo y colonización. Algunas sectas religiosas condenaron explícitamente la esclavitud y hubo oleadas anteriores de organización política en oposición a la esclavitud.  Sin embargo, prácticamente todas estas expresiones anteriores de abolición tendían a estar desconectadas de los propios trabajadores negros esclavizados.  En la mayoría de los casos, fueron cooptadas y se convirtieron en una oposición leal.  

Al enseñar esta historia a militantes y líderes organizados, ningún tratamiento de esta historia tiene sentido sin fundamentarla en la historia de las rebeliones y levantamientos.  Si no se establece correctamente el escenario, existe el peligro de perder de vista desde el principio la punta de la lanza: la fuerza social revolucionaria.  Esta lucha comienza con los que serían libres dando el primer golpe, y acaba triunfando cuando los trabajadores negros esclavizados, comprometidos en la Huelga General, toman el asunto en sus propias manos. Con esta base, podemos pasar al periodo que va de 1830 a 1876.  Sostenemos que este periodo merece un estudio detenido porque en él se formó, surgió, fructificó y se contrarrestó un poderoso movimiento social revolucionario: un movimiento multirracial de abolicionistas (y otras fuerzas antiesclavistas).  El seguimiento de este movimiento a lo largo de las décadas siguientes revela lecciones sobre organización de cuadros y de masas.  Culminó con la derrota del Poder Esclavista y el fin de la esclavitud, e hizo posible la Reconstrucción.    

Primera etapa (década de 1830): “La persuasión moral” 

Parte de lo que definió este momento fueron las crecientes filas de cuadros organizados en torno a las demandas comunes de 1.) La abolición inmediata de la esclavitud sin compensación para el esclavista; 2.) Igualdad de derechos por encima de las líneas raciales. La formación y el rápido crecimiento de la American Anti-Slavery Society, junto con varias organizaciones regionales antiesclavistas desde Nueva Inglaterra hasta el Medio Oeste, marcan este periodo.  Estas sociedades, junto con su prensa abolicionista, tenían características de organizaciones de cuadros.  Los abolicionistas de este momento adoptaron una postura intransigente respecto a la esclavitud, el rechazo de los planes de colonización y la afirmación de que los negros tenían derecho a “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. El lenguaje moral y la apelación a los valores religiosos fueron elementos fundamentales durante esta etapa. El trabajo principal en esta etapa de desarrollo fue lograr la educación, la formación y la unión de líderes que encarnaran lo que llamamos las 4C: ideológicamente Comprometidos, teórica/analíticamente Claros, políticamente Competentes y organizacionalmente Conectados. Ningún movimiento puede avanzar sin completar esta primera etapa de identificación y unidad de cuadros en torno a una visión estratégica central. El trabajo práctico del Ferrocarril Subterráneo y de los Comités de Vigilancia (“los abolicionistas caminantes”) se aceleró al mismo tiempo y en estrecha relación con la explosión de la prensa abolicionista (“los abolicionistas escritores”) comprometida en una ofensiva literaria. Esta combinación de abolicionistas que caminan y abolicionistas que escriben da contenido a la expresión: “Los movimientos comienzan con contar las historias no contadas”. 

En la etapa de la “persuasión moral”, vemos la relación entre los proyectos de supervivencia/el movimiento del Ferrocarril Subterráneo y la dotación de líderes del movimiento abolicionista con trabajadores negros anteriormente esclavizados: la lucha es una escuela, y los oficiales/generales del movimiento surgían de las filas de la lucha. El Ferrocarril Subterráneo era una de las formas en que los cuadros se conectaban inseparablemente a la lucha de masas/la fuerza social dirigente (y se desarrollaban a partir de las filas de esa fuerza social). Los Comités de Vigilancia desempeñaron un papel importante en el Ferrocarril Subterráneo, ya que representaban a los miembros de la organización.

Segunda etapa (1840-1860): “La abolición política”

A medida que crecía el movimiento, surgieron preguntas en torno a la agitación política y la organización de masas. ¿Cuál es la relación del movimiento con la política electoral? ¿Cómo abordan los cuadros las cuestiones de principios y compromisos? Como el Rey Algodón / el Poder Esclavista continuó dominando la política y el poder estatal en todo el país, diferentes sectores de la sociedad se encontraron en contradicción con estos esclavistas.

Había una variedad de razones para que la gente se opusiera a la expansión del sistema de esclavitud, y estas contradicciones eran de naturaleza tanto económica como moral. Durante este período, se produjo la destrucción del sistema bipartidista entonces predominante de Partidos Demócrata y Whig, ambos controlados por el Poder Esclavista, y la formación de partidos políticos independientes como el Partido de la Libertad, el Partido Suelo Libre y Trabajo Libre, y el Partido Republicano. Todas las instituciones de la sociedad, la iglesia y el estado, se polarizaron sobre la cuestión de la esclavitud.

Durante la etapa anterior de persuasión moral, los abolicionistas habían elaborado un marco que identificaba al Poder Esclavista como el enemigo. Este marco creció en popularidad durante la fase de Abolición Política, a medida que más sectores de la sociedad se encontraban en relaciones antagónicas con el Poder Esclavista. El escenario electoral fue el vehículo para la alineación de varias fuerzas sociales, desde una lucha económica de los trabajadores negros esclavizados contra sus amos hasta una lucha política de todas las fuerzas sociales que fueron bloqueadas por el control del Poder Esclavista sobre el gobierno federal, es decir, su dominio sobre el poder del Estado. La abolición política representó la fusión de los intereses morales y materiales de estas diversas fuerzas sociales, la experimentación de los primeros partidos electorales y, en última instancia, la victoria electoral del Partido Republicano.

Tercera Etapa (1861-1865): La Guerra Civil

La esclavitud fue la causa de la Guerra Civil. Marx se refirió con mucha precisión a la Guerra Civil de los Estados Unidos como la “rebelión de los propietarios de esclavos”. El factor decisivo que determinó el resultado de la Guerra Civil fue lo que Du Bois llamó la “Huelga General” del Trabajador Negro. De cuatro millones de trabajadores negros esclavizados, un millón retiró su trabajo, y cientos de miles de ellos a su vez tomaron las armas para luchar por la emancipación. Una guerra de cuatro años, que resultó en aproximadamente un millón de bajas, finalmente condujo a la derrota militar de los dueños de esclavos (el Poder Esclavista) y la confiscación económica de las principales inversiones de capital: propiedad legalmente protegida en seres humanos. La emancipación de la población esclavizada significó la confiscación de un total estimado de $4 mil millones en capital. Ninguna expropiación de la propiedad privada se compararía en gran escala con el fin de la esclavitud en los Estados Unidos hasta la Revolución Bolchevique en el Imperio Ruso. El Poder Esclavista, el sector más poderoso de la clase dominante capitalista en los Estados Unidos, fue derrotado en ese momento.

Cuarta Etapa (1865-1876): Reconstrucción. 

La derrota política del antiguo hacendado esclavista, es decir, el Poder Esclavista, llevó al establecimiento de uno de los gobiernos republicanos democráticos más libres de la historia. Contrariamente a las mentiras perpetuadas durante generaciones, la Reconstrucción representó un momento de gran potencial revolucionario. Un excelente ejemplo para estudiar aquí es lo que Du Bois llamó “La dictadura del trabajador negro” en Carolina del Sur. Du Bois llamó al poder político negro en cooperación con algunos sectores de blancos pobres en el sur “uno de los experimentos más extraordinarios del marxismo que el mundo, antes de la revolución rusa, había visto… una dictadura del trabajo”. Du Bois escribió: “[La reconstrucción radical] fue una prueba de toda la teoría del gobierno estadounidense. Era una dictadura respaldada por el brazo militar de los Estados Unidos por la cual los gobiernos de los estados del Sur serían obligados a aceptar una nueva forma de administración, en la que los libertos y los blancos pobres mantendrían el abrumador equilibrio del poder político. Tan pronto como el poder político fuera entregado con éxito en manos de estos elementos, el gobierno federal se retiraría y se produciría una democracia plena”. El programa de Reconstrucción basado en “Tierra, Luz y Liderazgo”, en otras palabras, el derecho a la redistribución de la tierra, la educación y un gobierno en interés de la gran mayoría de los trabajadores negros y blancos pobres del Sur, fue la Estrella del Norte. Si bien el “Reino de Dios” no se realizó en la tierra, el programa de Reconstrucción logró mucho más de lo que se ha entendido ampliamente.

Quinta Etapa (1876): Derrota de la Reconstrucción

El Compromiso Tilden-Hayes marcó la última traición y derrota del eslogan revolucionario “40 acres y una mula”. Redujo tanto a las masas negras como a las de blancos pobres a la semiesclavitud para trabajar los campos del todavía muy rentable “Cinturón Negro” que volvió a estar en manos del “Rey Algodón”, los capitalistas agrarios del sur. Sin embargo, este nuevo sistema finalmente colocó a Wall Street en control. Esta contrarrevolución de la propiedad condujo al surgimiento del dominio económico y político de los barones ladrones industriales y Wall Street. 

La clase dominante local se convirtió en un grupo subordinado en relación con el supercapital de los ferrocarriles, el industrial y el bancario. El liderazgo económico y político del sur se convirtió en socio menor en el proyecto más grande de explotación y acumulación capitalista, y se le permitió implementar un nuevo sistema de castas raciales, Jim Crow, en nombre del mandato del “gobierno local”. El sur de los Estados Unidos se convirtió en una especie de colonia dentro de los límites de los Estados Unidos. A partir de ese momento, en palabras de Du Bois, el Sur controlaba la nación y Wall Street controlaba el Sur. Su posición de dominio sobre el Sur y el resto del país permitió a Wall Street proyectar una agenda imperialista en todo el mundo. El Sur, bajo el nuevo régimen de Jim Crow, se convirtió en una base de reacción política y social, y una reserva política y económica, construido sobre la privación de derechos de las masas en beneficio de la propiedad.

Conclusión

A General Baker le gustaba decir: “La historia es la roca sobre la que nos paramos, y si no estás sobre la roca, estás sobre arena que será barrida debajo de ti”. Desde donde estamos hoy, tenemos opciones sobre qué parte del pasado estudiamos. Entonces, ¿por qué estudiar esta historia en particular? En nuestro trabajo para construir un amplio movimiento social comprometido con la erradicación de la pobreza, estamos buscando paralelos económicos y políticos en la historia de los Estados Unidos y más allá que informen mejor las tareas concretas de hoy. Nuestra hipótesis de trabajo es la siguiente: la lucha para abolir la pobreza hoy tiene más que aprender del movimiento para abolir la esclavitud que del Movimiento Laboral de los años 1930 y el Movimiento de Derechos Civiles de los años 1960. Para ser claros, hay mucho que aprender de un estudio profundo de todos los movimientos de masas estadounidenses anteriores, incluidas las luchas de los años 30 y 60. No nos sirve para desestimar las valientes luchas de todas las generaciones de luchadores por la libertad que nos precedieron. Sin embargo, nuestra evaluación es que el movimiento contra la esclavitud, la Guerra Civil y la Reconstrucción provocaron un cambio en las relaciones de poder económico y político, mientras que el movimiento por los derechos civiles y el movimiento obrero industrial se limitaron a lograr concesiones de las relaciones de poder existentes. 

También el movimiento Anti-Esclavitud/Guerra Civil/Reconstrucción tuvo lugar en el contexto de la primera Revolución Industrial, lo que quizás proporciona algunos paralelos con las luchas sociales y políticas actuales y la actual Revolución Electrónica/Informática. El estudio de la Abolición, la Guerra Civil y la Reconstrucción puede brindarnos un conjunto de paralelismos históricos que llevarán nuestro pensamiento más allá sobre cuestiones de movimientos de reforma versus revolución, así como sobre cuestiones de contrarrevolución y conocimiento de nuestro enemigo. Sobre todo, nos enseña a centrarnos en la pregunta: ¿Quién es la fuerza social revolucionaria? ¿Nos estamos despertando todos los días pensando en quién es esta fuerza y cómo se puede ayudar a tomar medidas para convertirse en una “fuerza nueva e inquietante”? Estudiar esta historia nos ayuda a comprender mejor la historia que se ha desarrollado en los Estados Unidos hasta el momento presente y, en última instancia, sienta las bases para nuestro estudio de los procesos revolucionarios de la gente pobre y desposeída a nivel internacional.

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