El movimiento para erradicar la pobreza en China

Por el Grupo de Trabajo sobre China de la Universidad de los Pobres

Introducción

El Grupo de Trabajo sobre China de la Universidad de los Pobres fue creado para estudiar el proceso revolucionario chino e identificar lecciones para nuestra lucha. Mucho sobre la situación china es muy distinto a nuestro contexto en los EE.UU., pero podemos sacar lecciones sobre cuadros revolucionarios y la estrategia y la táctica. El proceso revolucionario chino se encuentra en una fase muy distinta a la nuestra y partió de una situación material muy diferente a la que vivimos en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el Partido Comunista Chino (PCC) está en conflicto creciente con el mismo Estado norteamericano, que es el principal poder estatal al servicio de la clase capitalista mundial. Este es también el mismo Estado norteamericano cuya violencia y amenaza de violencia es nuestro obstáculo fundamental en la búsqueda del poder para la gente pobre.

El Periodo de Reforma y Apertura iniciado por Deng Xiaoping en 1978 se centró en utilizar la inversión extranjera directa para desarrollar las fuerzas productivas en China. Esto contribuyó al crecimiento y desarrollo de la economía china y sacó a 770 millones de residentes rurales de la pobreza extrema. Esto también aumentó la desigualdad de ingresos y riqueza en China. Cuando Xi Jinping, actual secretario general del PCC y presidente de la República Popular China (RPC), asumió el cargo en 2012, aún había 98,99 millones de personas viviendo en la pobreza extrema en China, de una población total de unos 1.400 millones de personas. Por lo general, se encontraban en zonas rurales aisladas y subdesarrolladas y en regiones que se enfrentaban a los retos más extremos. En esta población se centró el exitoso proyecto de erradicación de la Pobreza Extrema, que fijó y alcanzó el objetivo de sacar de la pobreza a los 98,99 millones antes de finales de 2020.

Este artículo se centrará en la reciente labor del PCC para continuar el proceso revolucionario en China, especialmente durante el mandato de Xi desde 2012. Consideramos que la Campaña para Erradicar la Extrema Pobreza tiene múltiples objetivos, entre ellos el desarrollo estratégico de cuadros del partido con la claridad, la conectividad, el compromiso y la competencia para continuar su proceso revolucionario a través de las generaciones y también para desarrollar continuamente un aparato estatal que pueda satisfacer las necesidades de una enorme diversidad de personas, con especial atención a la gente pobre. Hay muchas lecciones que podemos extraer de esta campaña en estos dos ámbitos, que identificamos como áreas de estudio futuro.

La relación del Estado chino y norteamericano con la gente pobre

Existe un notable y poco frecuente consenso entre los partidos Demócrata y Republicano de Estados Unidos en que China es una amenaza. Ambos partidos la consideran una fuente, aunque en formas diferentes, de desviar la atención o, a veces, de convertir en chivos expiatorios los problemas internos a los “enemigos extranjeros”. En Estados Unidos, nuestra cultura del pragmatismo nos impide ver esta relación integral entre las cuestiones de política doméstica y exterior, y se nos hace creer que están separadas, cuando en realidad es el mismo Estado norteamericano el que pretende y aplica estas políticas con objetivos escondidos. La propaganda sobre China de nuestra clase dominante es una clara estrategia de divide y vencerás para mantener desorganizados a los pobres y desposeídos del mundo. Los puntos específicos de crítica a China, especialmente en cuestiones internas que afectan a los pobres, son paralelos a los puntos débiles de nuestra clase dominante. 

 

Respuesta al COVID 

La respuesta COVID Cero de China fue duramente criticada en los medios de comunicación occidentales, y el repunte de casos y el aumento de muertes a finales de 2022 y principios de 2023 se ha destacado como prueba del fracaso de la política. Sin embargo, según los datos de la OMS de enero de 2023, China había sufrido un total de 111.171 muertes por COVID, frente a las 1.093.540 muertes de Estados Unidos, un país con menos de un tercio de la población. La evolución de la política china con relación al COVID respondió a la evolución de la amenaza y a la mejor información disponible sobre salud pública. A pesar de ello, los medios de comunicación norteamericanos publicaron casi a diario informes y análisis que calificaban la política de COVID Cero de “dura”, “titubeante” y “autoritaria”.

Vivienda y personas sin hogar

Del mismo modo, los principales reportajes sobre China en Estados Unidos describen sistemáticamente el sistema de vivienda chino como fallido o en crisis. Una manera de analizar las diferencias entre la forma en que Estados Unidos y China abordan la vivienda, es observar las respuestas de los dos gobiernos a una crisis de vivienda. En 2008, el gobierno estadounidense respondió a la crisis inmobiliaria en gran medida rescatando a los grandes bancos que habían creado el problema. Las ejecuciones hipotecarias continuaron, y muchas de estas propiedades fueron adquiridas por inversionistas inmobiliarios que utilizaron sus nuevos activos para alimentar nuevas oleadas de aburguesamiento y especulación.

En cambio, el sector financiero chino está dominado por empresas estatales, lo que crea una amplia gama de herramientas adicionales para que China influya en industrias intensivas en capital como la inmobiliaria. El Estado estadounidense también influye mucho en el mercado inmobiliario y de la vivienda, pero suele dar prioridad a subvencionar la acumulación capitalista. Desde el periodo de reforma y apertura, cuando China empezó a permitir la entrada de promotores privados al mercado inmobiliario, tanto el ritmo de desarrollo de la vivienda como el nivel de vida han aumentado en todo el país. El gobierno ha intervenido en el mercado de la vivienda para frenar la especulación, moderar el crecimiento y evitar un colapso inmobiliario. El tipo de especulación que impulsó la crisis de 2008 en gran parte del resto del mundo no fue permitido en China y el nivel de otros riesgos financieros que los promotores están autorizados a asumir se ha restringido aún más desde entonces. 

Durante su discurso en el Congreso Nacional del PCC de 2017, Xi Jinping declaró: “La vivienda es para vivir, no para especular”. Este principio ha sido la guía de la política de la RPC, que desde entonces ha servido para frenar la especulación de los inversionistas en el sector de la vivienda, que es fundamentalmente para proporcionar vivienda. El mayor promotor inmobiliario de China, Evergrande, se ha visto en dificultades en parte porque la RPC anunció nuevas restricciones a la cantidad de deuda que podía asumir. El Consejero Delegado de Evergrande ha perdido una gran parte de su patrimonio personal en el proceso, pero la empresa, bajo una nueva dirección, ha seguido construyendo viviendas mientras trabaja para reestructurar la deuda. La RPC estableció una normativa sobre alquileres que limita los aumentos a no más del 5%, y muchos gobiernos provinciales han comprado viviendas a Evergrande para convertirlas en viviendas sociales de alquiler bajo, especialmente para jóvenes. El plan actual es añadir 6,5 millones de unidades de este tipo en 40 grandes ciudades de aquí a 2025.

China cuenta con un sistema de registro de hogares denominado Hukou, que estructura el despliegue de importantes sistemas como la educación, la atención médica y la vivienda. Este sistema ha sido muy criticado, en gran parte relacionado con su rigidez y las restricciones sobre la región o ciudad en la que se puede vivir y acceder a los servicios. Sin embargo, si Ud. está en su región, el gobierno tiene el mandato de encontrarle vivienda. Esto significa que la población inmigrante que busca empleo u oportunidades en otras partes del país es la que tiene más probabilidades de quedarse sin hogar, lejos de su red de seguridad social designada. El programa de Prosperidad Común de Xi Jinping se esfuerza por reformar este sistema, pero tardará en aplicarse plenamente. Incluso en su estado actual, cuando los chinos se encuentran en su región registrada, no existe en gran medida el problema de las personas sin hogar que se observa en Estados Unidos con personas que viven en la calle o en campamentos. Incluso entre los inmigrantes en China, existe un importante sistema de albergues.

La cobertura mediática occidental de estos asuntos caracteriza las políticas chinas como fracasos, reflejo de una falta de democracia o de responsabilidad ante los deseos de la población. Lo que vemos cuando profundizamos es un gran nivel de colaboración entre la RPC y el PCC y el pueblo chino. No es que no haya problemas, sino que el objetivo serio que persiguen ambos es elevar el nivel de vida, especialmente de los miembros más pobres de la sociedad. Un excelente ejemplo de ello es la Campaña para Erradicar la Extrema Pobreza.  Aquí, en Estados Unidos, podría existir la tentación de compararla con la “Guerra contra la Pobreza” de Lyndon Johnson en la década de 1960, pero esos programas eran poco sistemáticos, a menudo discriminatorios y financiados sólo a una pequeña fracción de la tasa a la que se financió la guerra de Estados Unidos en Vietnam. En su discurso “Más allá de Vietnam”, el reverendo Dr. King dijo “y puede que no lo sepan, amigos míos, pero se calcula que gastamos 500.000 dólares en matar a cada soldado enemigo, mientras que sólo gastamos 53 dólares por cada persona clasificada como pobre, y gran parte de esos 53 dólares se destinan a salarios de personas que no son pobres”. Nuestro movimiento para erradicar la pobreza en Estados Unidos puede inspirarse y extraer muchas lecciones de esta campaña en China.

Contexto histórico y significado de la Campaña 2013-2020 para Erradicar la Pobreza Extrema

Xi Jingping inició un proyecto masivo para erradicar la pobreza extrema en China cuando asumió por primera vez la presidencia en 2013. Sin embargo, esta campaña se entiende mejor como la continuación de una lucha de aproximadamente 100 años (desde la fundación del PCC en 1921) por parte de los pobres de China para hacerse con el control del poder del Estado e intentar ejercerlo en beneficio del pueblo chino. La campaña estaba en consonancia con la trayectoria revolucionaria de China. La Larga Marcha de 1934 a 1935 fue un período de retirada estratégica al campo que consolidó y desarrolló el núcleo de cuadros revolucionarios que condujeron al Ejército Rojo a la victoria en 1949. Durante este periodo de retirada, el Ejército Rojo se asoció con los campesinos a lo largo del camino para redistribuir la tierra y convertir otros recursos de los terratenientes a la propiedad y gestión colectivas. 

Además de esta historia, las experiencias personales de Xi y su desarrollo como cuadro del PCC también influyeron mucho en la campaña. La familia de Xi pasó por muchas dificultades durante la revolución cultural y a los 15 años, como alternativa a la detención juvenil, se ofreció voluntario para trabajar en el campo en Yanan. Allí vivió una existencia bastante brutal en una cueva llamada yaodong y realizó trabajos agrícolas manuales hasta los 22 años. Aunque fue difícil, estableció una profunda conexión y compromiso con los campesinos pobres. A los 20 años se afilió al PCC y asumió el liderazgo local. A lo largo de su carrera como funcionario en el gobierno municipal y provincial, siempre se concentró en el desarrollo económico centrado en las partes más pobres de la región a la que servía.

Aquí, Xi Jinping reflexiona sobre la continuidad de la campaña contemporánea con la estrategia del trabajo del Partido durante la guerra revolucionaria y la Larga Marcha. 

“Nuestra directriz debe ser clara: los comunistas debemos ajustarnos a la voluntad común del pueblo para representar sus intereses. Sólo así podremos organizar y guiar al pueblo y desarrollar plenamente el papel dirigente central de las organizaciones del Partido. Durante los años de la guerra revolucionaria, nuestro Partido pudo unir a la población rural y ganarse su apoyo porque el Partido condujo al pueblo a la liberación. Al penalizar a los tiranos locales y distribuir tierras de labranza a los campesinos, y al lanzar la reforma agraria, el Partido aportó beneficios tangibles a los campesinos. En la cambiante situación actual, el desarrollo económico y la prosperidad común son su aspiración común. Por eso, las organizaciones rurales del Partido deben guiar a los numerosos campesinos para que se unan a la causa de desarrollar una economía de productos básicos, promover el progreso material y cultural y avanzar hacia la prosperidad para todos.” 

Esta campaña trataba de satisfacer las necesidades de la gente, pero también estaba profundamente arraigada en el desarrollo estratégico del Partido a través del desarrollo de cuadros para el liderazgo del partido, que es esencial para el éxito de su proyecto revolucionario en curso. Xi seguía la reflexión: “Cuando hablamos de cohesión, debemos hablar también de nuestra fuerza central; en el campo, esta fuerza reside en las organizaciones rurales del Partido. Que nuestras organizaciones rurales del Partido puedan desarrollar su fuerza está directamente relacionado con nuestra cohesión en la eliminación de la pobreza y la búsqueda de la prosperidad.” 

¿Cómo lo hicieron?

Esta tarea de sacar a casi 100 millones de personas de la pobreza extrema en sólo 7 años (2013-2020) fue un esfuerzo enorme. El PCC se propuso lograr este objetivo mediante la identificación precisa de las personas en situación de pobreza extrema y también mediante el uso flexible del aparato estatal. En lugar de basarse en el muestreo para documentar las tendencias en promedio, establecieron conexiones con las personas, familias y comunidades concretas que sufrían la pobreza, y trabajaron en soluciones específicas en las que la gente pudiera desempeñar un papel.

El Partido Comunista de China está estructurado como una organización política de base que persigue sus objetivos de desarrollar un Estado socialista moderadamente próspero. Cuenta con más de 96 millones de miembros, organizados dentro de un sistema que incluye más de 40 mil organizaciones locales de base que se dedican a la democracia participativa de todo el proceso y al desarrollo de políticas locales. El aparato del partido trabaja en colaboración con el gobierno de la República Popular China y muchos miembros del partido también ocupan cargos en el gobierno para utilizar los recursos estatales en la aplicación de los objetivos desarrollados a través de la organización y el debate del partido. La estrecha colaboración entre el PCC y la RPC es a menudo tachada de autocracia. Sin embargo, es esta estrecha asociación la que permite utilizar el aparato estatal para campañas organizativas estratégicas como la Campaña para Erradicar la Pobreza Extrema y también la actual campaña Prosperidad Común. 

Entre 2014 y 2015, 2 millones de cuadros del partido participaron en la identificación y verificación de la situación de pobreza de los hogares de todo el país. En el proceso, identificaron 14 zonas de pobreza extrema, 832 condados empobrecidos y 128.000 aldeas empobrecidas. Tras la identificación, se desplegaron 225.000 equipos, incluidos 3 millones de cuadros que se reubicaron como comisionados para la eliminación de la pobreza. Trabajaron con casi 2 millones de cuadros municipales y millones de cuadros de aldeas. Calculan que unos 10 millones de cuadros participaron durante periodos de uno a tres años, a menudo viviendo en condiciones muy duras. Se calcula que 1.800 cuadros perdieron la vida.

Los cuadros trabajaban con los recursos del gobierno a su disposición y los indicadores de pobreza recogidos y los planes elaborados no se limitaban a los ingresos individuales o familiares. Este marco más amplio se resume en el lema: un ingreso, dos seguros y tres garantías. Esto significa que “además de un ingreso mínimo, el programa chino de alivio de la pobreza garantiza el cumplimiento de otros cinco indicadores: los ‘dos seguros’ de alimentación y vestido y las ‘tres garantías’ de servicios médicos básicos, vivienda segura con agua potable y electricidad, y educación gratuita y obligatoria, que en China es de nueve años”.

Este nivel de despliegue de cuadros sirvió tanto para desarrollar a los cuadros desplegados, para fomentar su compromiso, claridad, conexión y competencia mediante la ejecución de una tarea concreta definida pero muy difícil, como para construir un liderazgo rural de base. Este doble objetivo es clave para distinguir esta campaña de una de caridad o una “limosna estatal”. La campaña incluía algo llamado la Estrategia del Barquero, que es fundamental como elemento de “pobres organizando a los pobres”.

La Estrategia del Barquero: El despliegue de cuadros y los pobres como agentes de la erradicación de la pobreza

Un elemento esencial de esta campaña que se ajusta a su objetivo de desarrollo de cuadros y del partido es la Estrategia del Barquero. Los barqueros son los cuadros locales del partido responsables de la ejecución de la campaña en las aldeas. La urbanización masiva de China en los últimos 40 años ha agotado muchas organizaciones rurales del partido. La inversión en barqueros con responsabilidades críticas a nivel local tenía como objetivo resolver el problema. Entre sus responsabilidades figuran la aplicación de políticas, la asignación de recursos y la atención a las preocupaciones de los pobres. Son responsables de la coordinación entre múltiples organismos gubernamentales. El término barquero refleja la naturaleza bidireccional de su papel: aportan recursos y apoyo, pero también sirven de conducto para comunicar, para expresar las demandas de los pobres y para incorporar esas perspectivas y puntos de vista en el diseño y la mejora de las políticas.

He aquí algunos extractos clave de un informe gubernamental sobre los detalles de la campaña que describen la Estrategia del Barquero:

“A diferencia de muchos países que dependen en gran medida de las organizaciones no gubernamentales y de la ayuda internacional para ayudar a los pobres, China confía en su personal administrativo de diversos niveles para luchar contra la pobreza en primera línea e impulsar el desarrollo rural. Este personal sirve de enlace entre la ‘gobernanza nacional’ y el ‘autogobierno rural’. Los cuadros chinos que luchan contra la pobreza en las aldeas son ‘barqueros’. 

“Los pobres no son meros receptores del alivio de la pobreza, sino que también sirven como agentes de la eliminación de la pobreza y la prosperidad. Echando la vista atrás a la lucha de China contra la pobreza absoluta, la clave está en reconocer la ‘dualidad’ del sujeto y el objeto de los pobres, y utilizar fuerzas externas para estimular la motivación interior.”

Los cuadros que trabajaban en estos proyectos estaban en comunicación a nivel de base e individual con los barqueros y compartían las necesidades específicas. Esto dio lugar a ideas y proyectos creativos que tuvieron muchos efectos en cadena, desde la reforestación hasta el comercio electrónico y el turismo en las zonas rurales. Además, refleja que la base real del proceso revolucionario en China sigue siendo la unidad de los pobres establecida por el PCC. Esta profunda unidad continúa con el compromiso dedicado de la dirección del partido y en 2020, cerca del final de la campaña, había 255.000 grupos de trabajo basados en las aldeas y coordinados en gran medida con el PCC.

¡Juntos pa’lante!

El efecto acumulativo de esta iniciativa masiva fue que antes de finales de 2020, incluso con el desafío imprevisto de la pandemia de COVID, Xi Jinping pudo informar de que la campaña había alcanzado su objetivo de sacar a 98,99 millones de personas de la pobreza extrema. Con el nivel de datos familiares e individuales que habían recopilado, incluso lo habían logrado teniendo en cuenta que algunas familias habían salido de la pobreza y luego habían vuelto a caer en ella. Volvieron a apoyar a esas familias para garantizar la consecución de este importante objetivo. Una vez alcanzado este objetivo, el PCC sigue avanzando hacia nuevas metas para elevar el nivel de vida en el condado en el marco del programa Prosperidad Común. 

Mientras construimos el movimiento para erradicar la pobreza en Estados Unidos, este ejemplo en China puede ayudar a ilustrar lo que es concretamente posible cuando el poder estatal es tomado, retenido y ejercido por los pobres y desposeídos. Esta campaña que centró la fuerza social revolucionaria fue posible gracias a los cuadros del partido y los desarrolló 100 años después de la fundación del PCC. El poder de este ejemplo y de otras políticas centradas en los pobres de China también arroja luz sobre lo que está en juego para la clase dominante en la “competencia estratégica” del Estado norteamericano con China. Anticipamos que el anticomunismo y la desinformación en torno a China se intensificarán a medida que nuestras crisis se agraven en EEUU, por lo que nuestros cuadros deben entender la propaganda antichina como una táctica de “divide y vencerás” de nuestra clase dominante. 

Fuentes (en inglés)

https://dongshengnews.org/en/is-china-housing-market-in-trouble/

Es un reportaje extendido con entrevistas relacionadas

https://thetricontinental.org/studies-1-socialist-construction/

Breakthrough News – entrevista con Ting Chak

https://www.youtube.com/watch?v=ZuBCr_15BIk&t=927s

CGTN: Sobre la Eliminación de la Pobreza Extrema

https://www.youtube.com/watch?v=nuaJGPZCBYU

Un artículo que conecta China con la Campaña de la Gente Pobre de Martin Luther King, Jr.:

https://socialistchina.org/2022/06/05/poor-peoples-campaign-and-chinas-anti-poverty-program/

http://gb.china-embassy.gov.cn/eng/hottopics/tpgj2021en/202103/P020211027625969002261.pdf

Acerca del Think Tank de la Universidad de los Pobres: Las actuales condiciones económicas y políticas exigen que la Universidad de los Pobres se comprometa en un estudio sistemático y estratégico de la situación a la que nos enfrentamos. El Think Tank de la Universidad de los Pobres investiga y analiza los problemas clave a los que se enfrentan los revolucionarios en EEUU para ayudar a desarrollar las bases de una organización de cuadros de revolucionarios.

El Grupo de Trabajo sobre China estudia las lecciones clave del proceso revolucionario chino. De particular interés es el éxito del Partido Comunista de China en formar cuadros revolucionarios capaces de salvaguardar y desarrollar el proceso revolucionario en China.

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